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San Noberto recibe la Regla de San Agustín de Hipona |
Los Canónigos Regulares
El
Sínodo de Letrán de 1059 recomendó a los clérigos seculares la vida en común y
la comunidad de bienes. Su modelo de vida era el de la vita apostolica primitiva, representada por la vida en común de
Jesús con sus Apóstoles, y por la comunidad de bienes y unanimidad de corazones
de la Iglesia naciente, tal como aparece en los Hechos de los Apóstoles: “Todos
los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma, y nadie llamaba propia
cosa alguna de cuantas poseían, si no que tenían en común todas las cosas” (He
4,32). Los clérigos reunidos en vida común, seguidores de una Regla (Canon) y
adscritos a una determinada iglesia (catedral, colegiata u otras) se
denominaron “canónigos regulares”. Antecedentes históricos de esta forma de
vida clerical apostólica los encontramos en San Eugenio de Vercelli o San
Agustín de Hipona, pero es a partir del s. XI cuando comienzan a fundarse en
Europa centenares de comunidades de este tipo en el contexto de la Reforma
Gregoriana.
El
anhelo permanente de reforma ante los abusos y la relajación de costumbres y el
deseo de retorno continuo a las fuentes, supuso la fundación de nuevas
comunidades de Canónigos Regulares durante los siglos XI-XII. La mayoría de
ellas adoptaron la Regla de San Agustín como aquella que mejor reflejaba el
ideal de vida apostólica de contemplación y cura de almas, llegando a
convertirse en auténticas Órdenes religiosas. La primera de las Órdenes
Canonicales fue la de los Canónigos Regulares de San Rufo de Avignon en 1039, a
la que seguirían otras tantas: Canónigos Regulares de San Víctor de París (1108),
Canónigos Regulares del Santo Sepulcro (1114), Canónigos Regulares de Prémontré
(1120), Canónigos Regulares de la Santa Cruz (1210), Confederación de Canónigos
Regulares de San Agustín, etc.
Las
Órdenes Canonicales conjugaban entonces la vida monástica (Oficio Divino coral,
estabilidad en la comunidad de pertenencia, trabajo manual, silencio, pobreza,
fraternidad...) con el ministerio público de los sacramentos y la cura de
almas. Sus casas no eran monasterios, sino canónicas (o canonías), que según su estructura y
estilo de gobierno eran denominadas abadías (con autonomía jurídica) o
prioratos (si dependían de una abadía fundadora). Y al contrario que los
monjes, profesaban los tres votos solemnes de pobreza, castidad y obediencia.
La Orden de Canónigos
Regulares de Prémontré
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Canónigos Premonstratenses de la Abadía de San Martín de Mondaye (Francia) |
El Candidus et Canonicus Ordo Praemonstratensis fue fundado por San Norberto de Xanten (ver aquí) en 1120 en Prémontré (Francia). Se trata de una Orden Canonical, siendo una de las cuatro Órdenes Prelaticias de la Iglesia, formada por canónigos regulares (sacerdotes y también hermanos) que viven en común bajo la profesión de la Regla de San Agustín y Constituciones propias, adscritos a una determinada comunidad (canonía), y que conjugan la vida monástica de contemplación y trabajo con el apostolado de la cura de almas. A los religiosos de esta Orden se les conoce como premonstratenses, norbertinos, canónigos blancos o mostenses (en España). La Orden se estructura en abadías autónomas y prioratos que dependen de una abadía fundadora. El conjunto de abadías (y prioratos si los tuvieren) que comparten proximidad geográfica, cultural y lingüística se denomina Circaría (Provincia religiosa). Al frente de la Orden se encuentra el Abad General que representa el vínculo en la caridad y unión de todos los Premonstratenses.
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Rvdmo. P. Josef
Wouters O.Praem, Abad General (2018) |
La
Orden de Prémontré estuvo presente en toda Europa con multitud de abadías, de
las que surgieron célebres Premonstratenses en santidad de vida, erudición
intelectual y celo por la salvación de las almas. La reforma protestante, la
Revolución Francesa, las políticas desamortizadoras del s. XIX, las grandes
guerras y los regímenes comunistas europeos acabaron con la vida canonical premonstratense
en varios países de Europa. Durante el s. XX se abrieron casas en otros países
fuera de Europa y se fue restaurando la vida premonstratense en aquellos países
donde la Iglesia había sido perseguida. La Orden cuenta en la actualidad con
siete Circarías y unos mil miembros masculinos en los siguientes países: Francia,
Bélgica, Países Bajos, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Alemania, España,
Italia, Austria, Hungría, República Checa, República Eslovaca, Polonia,
Rumanía, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Perú, Sudáfrica, República
Democrática del Congo, India y Australia.
Canonesas Premonstratenses del Priorato de San José (Tehachapi, EEUU) |
Partes
integrantes de la Orden lo son las Canonesas Regulares de Prémontré (unas 200
Hermanas) que comparten el mismo carisma y espíritu, encauzado dentro de la
vida estrictamente contemplativa (aunque hay Canonesas que realizan ciertos
apostolados dentro de sus abadías); y la Tercera Orden que aglutina a los
seglares que desde su estado de vida comparten el ideal norbertino.